Whats that thing called love.
Love, they say
Love will save you.
I dont think of it.
I am just in there.
What do yo call love.
Its Something that makes me happy.
Love for me its open my eyes.
And see,
All things around.
Its think and feel biofile.
Love life.
Love you.
Love the sky and the sun and rain.
But that isnt love.
Tell your life to begin.
It doesnt begins if you dont want.
Do it. Now.
Run for your life
go for it. run. run. run.
Dile a tu hermano que la voz se ha callado.
Dile a tu amigo que el tiempo será próspero.
Dile a tu voz. Que estás con ella.
Todo contiene vida cuando te escucho. Dices vida. Y yo la vivo.
--...---
...Pero de este lado del acantilado todo se presenta espinoso.
Las cosas se ocultan antes de ser prevenidas. No veo el suelo que piso. Si es que no estoy volando.
Antes oscuro. Ahora va tomando color. Color de fuerza. De lo que quiere amarrarse al fondo, para no salir despegado.
Por suerte yo te tengo. Aunque a veces no seas mas que una incomodidad.
Tengo que seguir el camino. Seguir la vida. Que sin quererlo estoy caminando sin mirar adonde. Sólo camino paso tras paso sin saber a dónde voy a parar. Pisada tras pisada vacilo cuando te veo, pero nunca me aparto de mi camino.
Te diriges a mi preguntandome. Yo no te entiendo. Sólo se que necesitas mi respuesta. Yo no la sé. Y todo vuelve a romperse en mil pedazos.
Vuelvo a aparecer caminando hacia adelante. Todo se mueve alrededor. Paso tras paso. Avanzo. Nada se para. Todo camina en sentido contrario.
Estando en este mundo, sin pena ni gloria. Sin hacer ni pacer. Sólo el gusto y la posibilidad de escribir.
Me encanta hablar con la gente, pero pocas veces encuentro gente con la que se pueda hablar. Hablar de filosofia, sicologia, arte, musica, y todas esas cosas más que humanas y que nos indican que somos seres bastante inteligentes... Aunque lo hagamos solo por divertirnos.
Y bueno, ya que tenemos gente que nos escucha... supongo, aunque sigue gustandome que la gente me deje unas lineas...
En fin. Hablemos de algo que la gente escuche...
Ustedes qué piensan del Arte???
si, ya saben esas cosas que ponen en los museos, que son muy variopintas, a veces cuadradas, a veces sobre una columna, a veces repartidas como caquitas por todas partes... Hay arte pa todos. Y demasiada gente que es critica de arte. ... DEmasiados mercaderes del arte. El arte ya es una mercancía más. Y la gente común solo la desea para poner en su salón (para lo cual hay supermercados donde les dan unos cuadritos enmarcados muy "chulis"), o también para poder decir a sus amigas/os, "si, yo estuve en el Prado" "y vi a Velazquez y Picasso, y .. este que hacía las figuras alargadas..." -Ajá, y te gustaron? , "no sé , yo es que no entiendo de arte"...
El arte empezó siendo para todos los publicos, y ahora sólo lo "entienden" los de la élite. El arte era una forma de comunicación y ahora es más complicado que hackear un sistema informatico. Já.
Nos ponen un cuadro negro del todo y nos quieren vender el muerto de que es una... "mistificación del significado egocentrico del alma oscura que penetra en el valor de las cosas humanas...". Pero vaaaamos... a quién pretenden engañar. Pretenden que debemos aprender filosofía para saber ver (¿?) un cuadro? Pero como, un cuadro no es algo visual?. Por lo menos en la primera impresión debe atrapar visualmente. Por supuesto que puede tener significados ocultos. También los tiene la biblia, pero aunque no los conozcamos podemos aun asi captar el mensaje más básico. debe ser algo así como que... el tipo (el pintor) se paró delante de la tela y se puso a pensar... tanto pensó que la mente se le hizo un borrón y descubrió que el espacio era negro!. Y dijo, yastá, debo pintar un cuadro negro, pero realmente hay un significado extensísimo en todo esto. Claro que si no saben apreciarlo es porque son ignorantes. Y él será el único que pueda ver ese significado, porque nadie está en su cabeza pa verlo.
Y lo demás.
Por ejemplo, Duchamp puso un inodoro con su firma. Rompedor de Esquemas. Y luego vino otro que puso una cama en la pared. Repetidor de esquemas.
Y queda para otro dia descubir al desgraciado que arruina a los buenos artistas privilegiando a los inutiles que saben pegar cosas en una tela. Porque es más barato alguien que solo cobra que alguien que cobra y además piensa.
Snif.
Recapitulemos:
Tengo 27 años y vivo en una condición manifiestamente indecente. Empezé a los 18 años una carrera que no logré terminar, por motivos que aún ahora estoy sufriendo. Pasé lo cinco años siguientes en casa sin hacer nada. Después ingresé en el FP medio de Electronica, que deje el primer año para irme a estudiar el FP superior de Informatica. En ello estoy, ya es el tercer año, y terminaré las practicas para enero del 2004. Lo peor para mi es sentir el tiempo que perdí, y que nunca recuperaré. Lo peor es que aún no tengo formada mi personalidad, o peor aun, mi personalidad se formó en el momento más doloroso de mi vida, a los 18 años. Fue el momento más bonito y que más pronto se convirtió en angustioso. Pasé del cielo al infierno en una mañana. Pasé de confiar en la gente, a tener miedo de todo el mundo. Y no fué que yo me volviera loco.... pero eso es otra historia.
Y sigo con esa cantinela... "aún no formé mi personalidad...". ... Pero sea para mal o para bien, ya es tarde para eso.
Me volví loco?... yo pienso que seguramente "me volvieron loco".
...don’t stress man, don’t stress. But it’s too late.
Y avanzemos:
Más tarde que nunca, llegó la sirena del juicio final. Todos preparados para saltar al vacío. Nadie se quejaba. Nadie preguntaba, para qué estamos allí. Todos sabemos para que hemos venido. Tuvimos tiempo de correr y descansar. Nadie nos preguntó si sufriamos mucho. No era momento para esperar ni para retroceder, Nadie lo intentaba. Nadie tenía dudas. Nadie quería cerrar los ojos. Y "Nadie" era el único que lloraba. Nadie era el único que no comprendía para qué habíamos llegado a tal destino. Para qué debíamos ¿perecer? en la caída. "Nadie" no había comprendido el sentido de la entrega. A "Nadie", le faltaba la instrucción que le impulsaba a desaparecer. Él debía crear su propia instrucción. Él debía elegir cómo deseaba entregarse. Como deseaba desaparecer. Como deseaba morir. Todos tenían ya una muerte predestinada, Nadie debía elegir la suya.
Y aunque Nadie había pensado mucho, jamás había llegado a pensar en la necesidad de entregarse. En sus pensamientos siempre llegaba a un punto que le hacía retroceder. Una idea de la que huía sin darse cuenta. Como un agujero negro, pero que a él lo alejaba. Nadie pensaba, y su pensamiento era lo único que necesitaba.
Si Nadie no se entregaba, moriría desgarrado por la tensión entre dos mundos. Yo ya no se qué hacer con él. Yo no se cómo ayudarle. Pero tal vez alguien pueda alguna vez ayudarle. En su largo camino en su trayecto hasta encontrar su instrucción. Su verdad.
Dicen que dios, el origen de todo lo que existe es en realidad Una Diosa, y es negra. Cuando viviamos en Africa y cazabamos bisontes y recolectabamos bayas, creíamos en una madre progenitora y creadora de todo lo que existe. Volvamos a creer.
Guion Radiofónico Sobre La Diosa Primordial en "Aprimeraplana.org".
Encontrado cuando precisamente busqué : diosa primordial en google.
El pobre escritor ya no podía escribir. Sólo podía escupir sobre la gente, despreciar al mundo, odiar la indiferencia. Asqueado por si mismo. Odiandose. Feo. Sin ganas. Sin posibilidades. Nunca se había dado cuenta de su dolor. Siempre se lo ocultaba a su conciencia, tapándolo con su orgullo. Y había vivido en esa felicidad ausente del que no pide nada. Y nada necesita. Pero su pobre inocencia no pudo resistir el más doloroso golpe. Cuando aquella a la que amaba le demostró lo inútil y feo que era. Le demostró cuánto tiempo había malgastado haciéndose vanas ilusiones. Esperando a la mujer que no había de llegar. Ella le rompió el corazón. Se lo rompió en mil pedazos. Pedazos que él no quería volver a recomponer. No había ya un motivo para hacerlo. Él ya no quería vivir. Ya no quería su vida. La tiraría al pozo más hondo. Aquellas novelas cortas que escribía, hablando de las cosas maravillosas que cualquiera podía encontrar en el más nimio de los detalles, se habían convertido en un balbucear de reprobaciones, quejas, ascos, odios, desprecios, insultos hacia si mismo, por cómo había sido tán inocente. ¿Qué haría a partir de ahora?. ¿Qué haría?.
Sólo le quedaban sus largos paseos. Seguía observando a la gente. Seguía distrayéndose con los personajes que a su alrededor circulaban. Pero ahora había un elemento más. Una tristeza. Una amargura. Una pesadez que le oprimía el pecho cuando miraba a la gente. Por lo que no era, y por lo que deseaba y no podía. Languidecía mirando su taza de café. Volvía a su casa asqueado. Con ganas de romperlo todo por la estupidez de la gente. Llegaba a su casa, y otra vez solo le salían palabras que escupían al mundo. Odio. La gente es estúpida. No hay nadie bueno. Todos son fantasmas. Todos son feos. Al acabar el día, un mal sabor de boca, como el que te deja una caja de pitillos fumada en una hora. Tirarse en la cama. Y caer en el sueño. En su sueño todo era oscuro, tétrico. Construcciones que se elevaban más allá de la vista. Escaleras interminables que bajaban, siempre bajaban. Él escapando, perseguido por algo que no veía. Bajando escaleras, atravesando pasillos, saltando muros. Y de pronto, se paró. Empezó a escuchar una serena melodia. De esas que no piden nada. Que dan todo lo que tienen. Y que embriagan con sus notas. El monstruo que lo seguía se fue ralentizando, y fue marcando su paso lento como un reloj. La melodía seguía el ritmo. Él se sintió aliviado. Reconfortado por el acompasado ritmo y la dulce melodía. Quiso saber de dónde procedía. Empezó a dirigirse hacia un lado, pero la melodía parecía venir de todas partes. Miró a su alrededor, y vió un espejo. Se paró delante de éste y miró. Vió que era él, que silbaba esa melodía. Él podía hacer surgir algo bello. Y se emocionó. Entonces pensó. Miró al espejo y vió al fondo un hermoso paisaje en las montañas. Plagado de flores, árboles, y nubes, cielo. Eso era lo que veía en el espejo. Entonces decidió silbar más alto. EL escenario tétrico que lo rodeaba empezó a temblar. Las construcciones empezaron a vibrar, y la oscuridad se fue iluminando. Un sol empezaba a aparecer detrás suyo que iba coloreando todo. El sol derritió las construcciones que dejaron paso a los árboles. Las plantas surgieron de la tierra. Las flores brotaron. Todo a su alrededor era hermoso. Y él lo había provocado. Entonces volvió a mirar al espejo. Y se vió. Él era una luz intensa. Una fuerza luminosa que iluminaba todo. Él era el sol que había aparecido en el paisaje alrededor.
Despertó y se dió cuenta de que valía la pena esperar, para ver lo hermoso que podía ser el mundo. Para él, alguna vez. Otra vez.
Hacía tres meses que había tenido el accidente. El golpe contra la carretera le destrozó las manos. Le quedaron jirones de dedos cayendo de sus brazos. Los médicos le habían dicho que intentarían algún método para sustituirle sus manos. QUe harían todo lo posible. Pero él ya sabía que las había perdido. Nunca más vería su linea de la vida, que se le alargaba hasta la muñeca, y la del corazón que llegaba a tocarse con ésta después de enredarse con la de la cabeza. Su destino había cambiado. Ya no pasaría lo que debería haber pasado. Todo esto lo pensaba tumbado en su camilla, esperando. Esperando no sabe qué. Mirando al techo, o a sus pies, que aún conservaba. No quería mirar sus muñones. Sentía que estaban abultados, envueltos por muchas gasas y vendas. No quería mirar. Sólo sentía la falta de su fuerza. La fuerza directora. La que le apartaba las ramas al pasar por un camino estrecho. La fuerza que impelía al avance. La que sostenía su vida. No podía existir ya un destino para él. Sólo le quedaba esperar. Esperar su fin. Y en eso, dormir. En sus sueños siempre lo mismo. Aparecía mirando por una ventana el hermoso paisaje. Y al cabo de unos segundos, cuando iba a acomodarse el pelo, veía que sus manos estaban empotradas en la pared. Sólo veía sobresalir sus muñecas por el cemento del muro. Imposible de extraer sus manos. Atrapadas. Sólo veía una solución, cortárselas. Pero perdería sus manos para siempre. En ese momento se despertaba desesperado. Llorando como un condenado.
...
Pasó el tiempo
...
Otra vez se repitió el sueño. Esta vez estaba decidido a sacar sus manos. Gritó. Tiró. Arrancó sus manos del muro. Y vió que sus manos eran cientos de gusanos entrelazados. Pero él se alegró. Por fin tenía otra vez sus manos. El tacto de sus manos era distinto, las apretó, y se hicieron fuertes. Las soltó y se ablandaron. Empujó la pared, y las manos penetraron en el muro. Y las sacó sin problema. Miró sus manos. Allí estaban otra vez las lineas de la mano. Eran distintas, pero incluso mejores. Un grueso gusano marcaba su linea de la vida. Otro gusano retorcido alcanzaba a la linea de la vida y otro gusano más se juntaba con estas dos. Cuando despertó, estaba llorando. Llorando de alegría. Entonces sólo tuvo una intención, salir de su habitación. Pidió permiso y le ayudó una enfermera. Salió al jardín. Buscó una zona oscura y húmeda. Y pensó en los gusanos. Entonces pidió que le sacaran los vendajes. Lo hizo la enfermera. Y él, con una inmensa fé, en todo, empotró sus manos en la tierra. Las hundió. Giró sus brazos más y más. Y entonces empezó a sentir los gusanos. Los agarró con los dedos. Los apretó. Siguió buscando. Y todos los gusanos se acercaban a sus manos. Y él los agarraba. Tiró con cuidado de los brazos. Y vió sus manos. Sus manos hechas de miles de gusanos. Sus manos vivas. Sus manos fuertes. Sus manos rojas del esfuerzo. Juntó sus manos y apretó, y se hicieron fuertes. Y miró sus manos. La vida le había devuelto sus manos.
Él que no sabe apreciar la libertad. Él que se esconde en lo más hondo. Busca al espíritu. Pero es él. Un día se le apareció el espíritu que tánto había buscado. Pero él no se dió cuenta. Para él ese día transcurrió como uno más. Era un día que él presentía oscuro. Hacia el que no tenía deseos de acercarse. Por el que tenía un temor abrigado. Sucedió cuando volvía a su casa. Lastimero se quejaba de todo lo que le había pasado, buscaba otra vez mil razones que lo dejaran caer en paz, en su nicho de sueños. Paseaba tal vez buscando algo, pero ni siquiera observaba, se limitaba a mirar los carteles, los anuncios en las farolas, los perros pequeños, las baldosas grandes, los pies, que se movían sin descanso. Que nunca paraban. Que iban de vuelta a donde siempre. Que no le preparaban nada nuevo. Miraba a la gente, pero ocultaba su cara, si lo miraban. Parecía observador. Más sólo dejaba vagar su mirada. Como esperando que algo la detuviera. Como esperando una señal en su cerebro que le dijera que parase. Nada había de pararlo. No se puede parar al que no tiene descanso. Al que no quiere descansar. Ni siquiera la cara de aquél ángel vestido que pasó cerca suyo y que tenía el andar descansado de aquella que lo encuentra todo para dar. Ni siquiera ella, Angélica, fue motivo para su descanso.
Por el momento sólo puedes hacer una cosa. Ser paciente. Hacer lo que tengas que hacer. Y ser paciente. Has perdido. Pero perder no te matará. Perder lo hacemos todos los días. Sólo has de preocuparte por seguir caminando. E ir contando las piedras del camino. Sólo para no caer de nuevo en ellas.
Tienes un amigo. El que te ha entendido. Tal vez, o el que te respeta. Y te anima. Tal vez la palabra amigo tenga que ver algo con ánimo. Tal vez el buda vio la verdad cuando murió su único amigo. Su verdadero padre, su gurú. Pero tu aún no estás preparado. Él no está preparado. Queda camino antes de partir.
Tu no has aceptado el infierno. Y piensas si es que hay que aceptarlo para vivir. Si lo aceptaras habrías aceptado morir. El infierno debes dejarlo bajo tus pies. Auyentarlo. Girar la cabeza. E ignorarlo. No creas en el infierno o serás otro demonio más. Aunque ya pasaste una temporada en el infierno, sabes que ese era sólo una imaginación que habías creado en previsión de lo peor. Como una prueba de lo que sería una vez te hubieras dejado caer. Una prueba que te hiciste para comprobar que podrías soportar lo peor. Y la pasaste. Tal vez. Aunque no puedes despegarte de un temor. Un temor que esperas superar. Un temor provocado por ese infierno de afuera que no quieres invocar. Para saber que el infierno no te come ni te masturba, mantienes encendido un fuego que te quema por dentro, y con el que te torturas para demostrar que puedes resistir.
Y te has dado cuenta de una cosa. Cuando descubras cómo has de vivir, se morirá tu mejor amigo. Pero eso no te preocupa. Lo preocupante es que se muera antes de que lo descubras.
No se salvarán los que no quieran. Los que acepten el infierno. Los que digan que el infierno es su casa. Tu prefieres tu casa un poco más lejos del infierno. Para aquellos el mundo es un infierno. Porque ya lo han aceptado así. Para ti aun te queda tu casa. La calle es el infierno. La gente pertenece al infierno. Huyes de la gente. Haces bien. Sólo saben hacer daño y escupir. Tu amigo ahora ve el mundo como un infierno. Está empezando a perder. Pero ha aguantado mucho tiempo. Ha aguantado mucho tiempo con amor. Con amor al mundo. Porque el mundo no es el infierno. El mundo es un planeta verde. Que en el mejor de los casos habitan muy pocas personas.
Tal vez nunca tuviste padre, y ese era solo tu amigo. Porque padre es el que espanta. Es el miedo que nos acucia. Es el monstruo que viene por la espalda y te hace correr hacia adelante. Pero nunca temiste nada. Los malos no tenían interés por ti. No les habías hecho nada. Ahora lo son todos. Hasta la chica que te gustaba. Por eso la echaste. No la quisiste ni ver, y a ella le tuviste miedo. Porque ella también te odiaba. Y los malos piensan que el odio puede ayudar a la gente. Y tu nunca escupiste. Pensabas que escupir era para los que tenían podrido el estómago. Ya no quieres ayudar a nadie. Porque nadie se puede salvar. Tu no puedes salvar a nadie. El que se pueda salvar, sólo podrá hacerlo solo. Ese es el que seguirá queriendo. Y tu confías en esa poca... humanidad que queda en esas personitas.
Siempre rodeado de la familia. Cuanto más cercana, peor. Y nunca tuviste miedo. Cuanto menos miedo, peor. Y menos de tu padre. Si no tienes miedo de tu padre, peor. Porque no aprendes a necesitar a tu madre. Porque tu madre está en todas parte. Tu madre es parte de ti y del lugar en donde vives. Entonces es como si no tuviera esencia. Porque tu madre siempre estuvo cuando la necesitabas. Y te gustaría que siempre estuviera.
Y tienes más necesidades. Pero no hubo necesidad. Ni de aprender. Porque lo que necesitabas saber, lo fabricabas.
Cowboy de medianoche
Chungo. Chungo. Gente? Hay gente por ahí? Acabar violado por la gente con la que vives. Viviste en un mundo que admirabas. Al que respetabas y al que esperabas ingresar como uno más. Nunca fuiste un gran hombre. Tan solo un pescado con tres ojos. Viviste? Tan solo aparecias de vez en cuando y nunca sabías quien era el bueno y quien el malo. Tampoco te preocupaba. Los malos no se meterían con gente que no les interesara. Tu tal vez no les interesaras.
Pero todo pasó. Sigues siendo el mismo pero has perdido. Violado por tu gente. gente? Hay gente por ahí?
Bueno, llevo dias sin escribir y es que no me encuentro tan mal. Además porque estoy llendo a clase y hago un poco de vida comun-itaria.
Eso si, estoy escribiendo dos cuentos. Uno ya está avanzado pero me quedé trabado en una cosa que tiene que hacer el personaje, y caben mil posibilidades.
Bueno, a los que leen este blog, gracias. Y si teneis alguna sugerencia para escribir algo, apuntadme.
Un saludo, hasta la próxima.
Between Te Top High Mountain and The Deep Blue Sea.
Llegaremos alo mas alto cualquier dia que sucumbamos a la profecía reveladora. Esto lo digo, con la calma que de da la escritura. Y también profesaremos la más profunda hoquedad cuando en nuestra mente se vacíe de un ancho sentido.
Señores Elevados, Señores Profundos. Gran diferencia. Gran Abismo. Entre los dos la linea divisoria.
Los abismáticos entramos por una visión de lo lejano del universo visible. Lo vimos igual que nuestro lejano interior invisible. Alli encontramos algo, la Nada, el no-ser. Allí perdimos algo, nuestro ser.
Los Elevados debieron luchar para alcanzar la cumbre en la que ahora esperan. Buscaron la altura porque vieron dentro suyo a Dios, y Dios se puso en las alturas. Allí en las alturas, perdieron algo, a Dios, a su sueño. Y encontraron algo, que ellos eran los mismos dioses.
El Dios y la Nada - Luchan porque todo siga igual.
Escritura Automatica. :
Impaciente el aire se esconde del tiempo que lo pervierte sin darle un momento a que se despierte.
Persigue el monje a su concubina la que se sale de la cocina sin tener un poco de morfina.
Espabílate de corazón que es un abigarrado momento de emoción el que te da mi tentación.
Redobles de tambor eclosionados de pavor, son luces de armonía y luces de poco color.
Esperpentos, siempre, se luchan en sus casas de lacas inconclusas las que se ocultan al azar.
Empieza otra vez, si, otra vez a largar el cuento del loco sin ungüento que lo cure ni lo perdure
Perdón-ame dice el cuco que si te he herido no ha sido con motivo sino con el poco sentido que me queda en el ombligo.
Y en esto vamos acabando que se llega el fandango que nos dió sentido e hizo un loco albedrío.
Che loco, qué lindo es el cuento del pobre raimundo el que de loco se revolvio en su tumba.
Espero que les haya gustado y si no, no me corten el rabo.
Estuvimos tanto pero tanto desesperados
nos fuimos cada uno por su lado
nos tentamos de encontrarnos
fuimos más que ausentes
Fuimos dos en el mundo
que poco tiempo duró
Fuimos sombras de hielo
que pronto se extingió
Nos quedará el recuerdo
de lo que hubo entre los dos
que nadie sepa más
lo que tanto tiempo albergó
un tiempo de amor sin prision
Te he buscado en todas partes
y no se dónde encontrarte
te fuiste un dia que estabas triste
porque no aguantabas la monotonia
yo no te di lo que pedías
y no impedí que te fueras
me diste lo que yo tánto necesitaba
pero qué será de ti.
Quiero volver a verte
No quiero quedarme ausente
quiero estar a tu lado
y contigo resistir
No puede ser que esto termine
que todo se acabe
tánto tiempo pasó en tan poco rato
y yo no me dí cuenta
Lejos lejos estamos
perdidos los dos ajenos
sin nada que nos una
Quiero volver a verte
y contigo resistir
Escrito mientras escuchaba: Call Me de Blondie