Cowboy. 6.
Por el momento sólo puedes hacer una cosa. Ser paciente. Hacer lo que tengas que hacer. Y ser paciente. Has perdido. Pero perder no te matará. Perder lo hacemos todos los días. Sólo has de preocuparte por seguir caminando. E ir contando las piedras del camino. Sólo para no caer de nuevo en ellas.
Tienes un amigo. El que te ha entendido. Tal vez, o el que te respeta. Y te anima. Tal vez la palabra amigo tenga que ver algo con ánimo. Tal vez el buda vio la verdad cuando murió su único amigo. Su verdadero padre, su gurú. Pero tu aún no estás preparado. Él no está preparado. Queda camino antes de partir.
Tu no has aceptado el infierno. Y piensas si es que hay que aceptarlo para vivir. Si lo aceptaras habrías aceptado morir. El infierno debes dejarlo bajo tus pies. Auyentarlo. Girar la cabeza. E ignorarlo. No creas en el infierno o serás otro demonio más. Aunque ya pasaste una temporada en el infierno, sabes que ese era sólo una imaginación que habías creado en previsión de lo peor. Como una prueba de lo que sería una vez te hubieras dejado caer. Una prueba que te hiciste para comprobar que podrías soportar lo peor. Y la pasaste. Tal vez. Aunque no puedes despegarte de un temor. Un temor que esperas superar. Un temor provocado por ese infierno de afuera que no quieres invocar. Para saber que el infierno no te come ni te masturba, mantienes encendido un fuego que te quema por dentro, y con el que te torturas para demostrar que puedes resistir.
Tienes un amigo. El que te ha entendido. Tal vez, o el que te respeta. Y te anima. Tal vez la palabra amigo tenga que ver algo con ánimo. Tal vez el buda vio la verdad cuando murió su único amigo. Su verdadero padre, su gurú. Pero tu aún no estás preparado. Él no está preparado. Queda camino antes de partir.
Tu no has aceptado el infierno. Y piensas si es que hay que aceptarlo para vivir. Si lo aceptaras habrías aceptado morir. El infierno debes dejarlo bajo tus pies. Auyentarlo. Girar la cabeza. E ignorarlo. No creas en el infierno o serás otro demonio más. Aunque ya pasaste una temporada en el infierno, sabes que ese era sólo una imaginación que habías creado en previsión de lo peor. Como una prueba de lo que sería una vez te hubieras dejado caer. Una prueba que te hiciste para comprobar que podrías soportar lo peor. Y la pasaste. Tal vez. Aunque no puedes despegarte de un temor. Un temor que esperas superar. Un temor provocado por ese infierno de afuera que no quieres invocar. Para saber que el infierno no te come ni te masturba, mantienes encendido un fuego que te quema por dentro, y con el que te torturas para demostrar que puedes resistir.
3 comentarios
silvia -
Lucas -
silvia -
un besito