Sobre la conciencia
Conciencia es conciencia de algo distinto de ella misma. Conciencia está constituida de dos elementos: un acto del sujeto (juzgar, imaginar, querer) y un referido, el algo al que se dirige el acto. Noción de SER; también los seres imaginarios son. Pero son irreales, de fantasía, sólo tienen consistencia en nuestra imaginación; lo que vemos ante nosotros, las cosas, son reales. Son percepción e imaginación, modos distintos de llegar al ser. Lo común entre ambos modos es que ambos son aquello a que la conciencia se dirige, ambos son representables por la conciencia, e. d. son objetos.El hecho de la conciencia ya distingue la contraposición que existe entre el pensar, acto de conciencia o acto de referir y lo que es pensado, lo que la conciencia pone ante sí, el objeto. Si nuestra conciencia no creyese esto no podríamos creer en el error, en la confusión. Esta es la situación normal, lo razonable, a lo que se debe ajustar cualquier razonamiento. Pese a todo cabe una situación en que no se distinga entre el pensamiento y lo referido, como ocurre en las alucinaciones; también el brujo que confía en tratar con espíritus y modificar la realidad, supone que lo que piensa actúa en el exterior. Y el que ha perdido el juicio. Caben tres modos de ser presentarse un objeto a la conciencia. Tres modos en los que el objeto no es el mismo, no tiene la mismas características. Pero en última instancia tienen un mismo referente. En primer lugar el objeto puede estar presente delante de nosotros, vivo, cambiante, nuestra conciencia lo aprehende en una vista.EL objeto puede estár también pero trasladado por una representación suya, una imagen, sea imagen exterior (una foto, un dibujo) o sea interior, como el recuerdo, o la imaginación. Lo que percibimos aquí del objeto referido es sólo una representación, el objeto está ausente, pero no por eso es negación de él. Las artes plásticas ilustran el caso, puesto que son esto, representar un objeto mediante otro. Vemos un cuadro, pero imaginamos y vemos lo que representa. tercera distancia que cabe, más borrosa, es la que nos dá el lenguaje, y la capacidad que tenemos de deducir desde lo que conocemos, imágenes de cosas que desconocemos. En el caso de la quimera, podemos no saber cómo es ésta, pero una descripción que nos dén nos permitirá hacernos una idea, o más lejano aún el objeto podemos saber que es un ser imaginario. Esta distancia, es distinta de la presencia y de la imaginación, media el lenguaje, como un tercer elemento, superior, más complejo, y que puede llegar más lejos en el conocimiento. Por el lenguaje podemos transferir información, y gracias a él podemos entender cosas que no conocemos o incluso que no podemos imaginar. ésta distancia trabaja la lógica, y todos los procesos deductivos e inductivos. veces se nos hace difícil ver qué es de lo que tenemos conciencia; si de algo imaginado, si de algo realmente presente o tan sólo referido por mención. , Objeto y las tres distancias de éste.aprensión es término a posteriori, involucra una episteme. el problema es que estos conceptos son siempre escurridizos, y pierden su fuerza al profundizar. será más importante ver las posibilidades extremas del ser humano, los confines, los límites de la mente, en la filosofía? Al modo de la metafísica de Kant. Y encontrar la solución a los problemas que se presentan en cada situación. Se entiende, la solución más lógica, más razonable y hasta más evidente.
Conciencia, Objeto y las tres distancias de éste