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Blog de Lucas Diponto Repenique

Angélica

Él que no sabe apreciar la libertad. Él que se esconde en lo más hondo. Busca al espíritu. Pero es él. Un día se le apareció el espíritu que tánto había buscado. Pero él no se dió cuenta. Para él ese día transcurrió como uno más. Era un día que él presentía oscuro. Hacia el que no tenía deseos de acercarse. Por el que tenía un temor abrigado. Sucedió cuando volvía a su casa. Lastimero se quejaba de todo lo que le había pasado, buscaba otra vez mil razones que lo dejaran caer en paz, en su nicho de sueños. Paseaba tal vez buscando algo, pero ni siquiera observaba, se limitaba a mirar los carteles, los anuncios en las farolas, los perros pequeños, las baldosas grandes, los pies, que se movían sin descanso. Que nunca paraban. Que iban de vuelta a donde siempre. Que no le preparaban nada nuevo. Miraba a la gente, pero ocultaba su cara, si lo miraban. Parecía observador. Más sólo dejaba vagar su mirada. Como esperando que algo la detuviera. Como esperando una señal en su cerebro que le dijera que parase. Nada había de pararlo. No se puede parar al que no tiene descanso. Al que no quiere descansar. Ni siquiera la cara de aquél ángel vestido que pasó cerca suyo y que tenía el andar descansado de aquella que lo encuentra todo para dar. Ni siquiera ella, Angélica, fue motivo para su descanso.

1 comentario

silvia -

vaya